LA BERREA
Han caído las primeras lluvias del otoño.
Los pájaros se concentran en bandadas para marcharse a sitios más cálidos.
Las grullas exhiben orgullosas sus formaciones en punta de flecha.
Las setas pugnan por salir entre el musgo.
Las hojas murmuran cadenciosas porque saben que pronto tendrán que partir.
Los atardeceres son un cúmulo de rojos y espectaculares morados, dorados y mezclas de magenta dignos de la paleta de un pintor.
Ya, algunas noches, el humo de una prematura chimenea nos avisa de los próximos fríos, pero ahora en la noche es el espectáculo de la luna y el sonido de la berrea lo que nos hace estremecer de emoción
Maravilloso, chicos
Impresionante
El Martín Pescador
Los pájaros se concentran en bandadas para marcharse a sitios más cálidos.
Las grullas exhiben orgullosas sus formaciones en punta de flecha.
Las setas pugnan por salir entre el musgo.
Las hojas murmuran cadenciosas porque saben que pronto tendrán que partir.
Los atardeceres son un cúmulo de rojos y espectaculares morados, dorados y mezclas de magenta dignos de la paleta de un pintor.
Ya, algunas noches, el humo de una prematura chimenea nos avisa de los próximos fríos, pero ahora en la noche es el espectáculo de la luna y el sonido de la berrea lo que nos hace estremecer de emoción
Maravilloso, chicos
Impresionante
El Martín Pescador